Las marchas ya ganan las calles de Venezuela en día de máxima tensión

26 de octubre, 2016 - 16:40

Centenares de opositores comenzaron a movilizarse en las calles de Caracas para participar en la llamada «Toma de Venezuela» para exigirle al gobierno que el referendo revocatorio contra el presidente Nicolás Maduro se realice este mismo año.

Los opositores marchan desde siete puntos distintos de la capital venezolana hacia la principal autopista de esta ciudad, pese al cierre de unas 10 estaciones del servicio de transporte subterráneo Metro de Caracas y el bloqueo de algunas vías de acceso a la capital venezolana.

La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha convocado a los opositores a una «toma de Venezuela», en el que debía ser el primero de tres días para la recolección de cuatro millones de firmas (20% del padrón electoral), último paso antes del llamado a referendo y con el cual la oposición se proponía poner en evidencia el mayoritario rechazo al gobierno de Maduro.

Pero el proceso quedó suspendido la semana pasada por decisión de tribunales penales regionales, que acogieron denuncias de fraude del oficialismo en la primera etapa de recolección de las firmas del 1% del padrón electoral, necesarias para autorizar la etapa siguiente de recolección propiamente dicha de las firmas.

A la vez, el primer vicepresidente del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) y también diputado a la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello, informó movilizaciones del oficialismo para contrarrestar las anunciadas por la oposición.

«Para el miércoles se realizarán marchas y concentraciones en la capital y en distintos estados del país. El jueves se hará lo propio en Carabobo y Bolívar, y el viernes en Guanare, estado Portuguesa. A ello se le suman los campamentos de la Juventud del PSUV. Esto es parte de nuestro plan de la paz (…), declaró.

Gobierno y oposición, que se acusan mutuamente de «golpismo», exploran al mismo tiempo la posibilidad de una mesa de diálogo con facilitación del Vaticano, en medio de una aguda crisis económica que se traduce en escasez de alimentos y medicinas y una inflación calculada por el FMI en 475% para este año.

El gobierno culpa de la crisis económica a «empresarios de derecha» que buscan desestabilizarlo, pero la oposición responsabiliza al modelo socialista y sostiene que el revocatorio era la última «válvula de escape» de una población hastiada de hacer largas filas para conseguir los pocos productos de precios subsidiados.

Cuando transcurran las manifestaciones de la MUD este miércoles, Maduro estará reunido en el Consejo de Defensa de la Nación, del que participan todos los poderes públicos y en el que se propone abordar lo que considera un «golpe parlamentario», en referencia a un juicio de responsabilidad política que la Asamblea Nacional acordó iniciar en su contra.

En ese contexto, el ministro de la Defensa, general Vladimir Padrino, y el alto mando militar emitieron el martes una declaración en la que ratificaron su «lealtad incondicional» a Maduro.

«La fuerza de la oposición son los votos de la gente», dijo a la AFP el politólogo Luis Salamanca, quien considera que la suspensión del proceso revocatorio «ha colocado el conflicto político en un punto crítico».

En diciembre de 2015, la oposición venció ampliamente en las elecciones legislativas y por primera vez en 17 años de chavismo logró la mayoría en el Parlamento.

Sin embargo, la justicia declaró a la Asamblea Nacional en desacato y sus actos son considerados nulos, al punto de que el presupuesto de la nación para 2017 fue presentado ante el Tribunal Supremo.

«La Asamblea Nacional ha sido vaciada de sus competencias. Es una disolución por cuentagotas», dijo Salamanca.

«En este momento, el capital político lo tiene la MUD, pero el gobierno tiene el poder. Para que la oposición acceda al resto de los poderes (además del Parlamento) debe haber elecciones», comentó el experto.

Pero desprovista de la posibilidad de movilizar a sus seguidores en un evento electoral inmediato, el desafío de la oposición es activar las manifestaciones.

Para el analista Juan Manuel Raffali, las iniciativas de la oposición dependen del respaldo popular. «Nada de esto tiene vida si no sale la gente a la calle, dijo a la AFP.

Con la crispación política a tope, el Vaticano anunció esta semana el inicio de una mesa de diálogo entre gobierno y oposición.

Planteado para el domingo en Isla Margarita (norte), el inicio del diálogo fue desmentido en un primer momento por los más importantes dirigentes de la oposición, pero luego señalaron estar dispuestos a acudir a la mesa si las conversaciones se llevan a cabo en Caracas.

«Estamos en una nueva fase de la crisis política. Nos acaban de quitar el derecho al voto» con la suspensión del proceso de referendo, dijo el secretario ejecutivo de la MUD, Jesús Torrealba.

«Tenemos la posibilidad de tener un referí con alcance planetario, como es el Vaticano. Hemos planteado que el encuentro sea en Caracas, tendremos que ponernos de acuerdo», añadió.

Maduro, de su parte, aseguró que el domingo estará en Isla Margarita para la instalación de la mesa. «¿Cuál es la alternativa al diálogo? ¿La guerra? ¿Cuál es la alternativa a la convivencia? ¿El odio y la intolerancia? Para nosotros el diálogo no tiene alternativa», dijo.

Salamanca sostiene que en Venezuela «la cuerda se ha tensado, con riesgo de romperse. Es vital evitar que la confrontación escale a una confrontación con sangre. Si para algo puede servir el diálogo es para evitar eso».

Vía: ámbito.com

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